La base del fondo gestionado activamente es el objetivo de lograr un alto rendimiento en comparación con los índices de referencia del mercado. Esta estructura de gestión se basa en una gestión alternativa sin benchmarks o en una gestión activa tradicional con benchmarks.

Batir o superar el índice de referencia del mercado es el objetivo tradicional de la gestión activa. Un alto nivel de desempeño es lo que la gestión alternativa pretende lograr sin compararlo con un punto de referencia.

Por tanto, en el mundo de la inversión financiera, un fondo gestionado activamente es la representación más ideal de la competencia. Las inversiones financieras deben basarse en un conjunto de herramientas para cambiar el estándar de referencia del mercado o, al menos, generar un buen retorno de la inversión.

Análisis de mercado, pero también uso de activos, selección de valores, rentabilidad y tolerancia al riesgo. son algunos ejemplos de herramientas de medición para la gestión activa de fondos.